Luminaire ha estado creando entornos que afectan la vida de las personas desde 1974.
Luminaire es más que una sala de exposición de muebles. Es un centro interactivo de investigación de diseño, un espacio para el alma, una explanada para el descubrimiento. Sin embargo, sobre todo, Luminaire es un recurso centrado en crear entornos que impactan la vida de las personas. Los componentes de esta filosofía unificadora —la necesidad de formación en diseño, el deseo de inspiración ilimitada y la exigencia de una ejecución impecablemente detallada— influyen en cada artículo de nuestra colección y reflejan nuestra dedicación a hacer que el buen diseño sea accesible para todos.
Luminaire es más que una
Sala de exposición de muebles.
Las salas de exposición de Luminaire tienen un propósito que va mucho más allá de los productos y diseñadores que presentan. No se centran en lo que se exhibe, sino en las relaciones entre todo lo que hay en ellas: la conexión entre una habitación, los objetos que alberga, las personas que transitan por estos espacios y cómo ese espacio puede reflejar y redirigir esa energía visceral.
Esta filosofía ha permitido a Luminaire evolucionar más allá de las paredes de una sala de exposición para convertirse en un laboratorio de diseño contemporáneo. Uno que inspira y también incita la curiosidad. A través de exposiciones comisariadas, conferencias abiertas y programas educativos, la marca ha forjado conexiones entre entusiastas del diseño y diseñadores, arquitectos y académicos. Aquellos que están transformando no solo nuestros entornos, sino también cómo nos sentimos al transitar por ellos. Estos eventos representan una oportunidad para retribuir a la comunidad en general, generando interacciones inesperadas que cuestionan el lugar y el propósito del diseño.
La atención meticulosa y metódica a la calidad y al detalle persigue siempre el mismo objetivo: crear un vínculo personalizado y duradero entre el nombre Luminaire y la vida intelectual y emocional de sus clientes.
El diseño es la tercera piel. La primera es nuestra piel humana, la segunda es nuestra ropa y la tercera es la burbuja que nos rodea.
Al interactuar con el buen diseño, nuestra burbuja se expande, permitiéndonos llevar sus principios al mundo, redefiniendo cómo ocupamos y qué hacemos en ese espacio. Introducir esta noción de la "tercera piel" ayudó a los clientes a comprender que no solo estaban adquiriendo una pieza de diseño, sino más bien una sensibilidad por el diseño. Con el tiempo, esto se convierte en un proceso natural. Se filtra en todo lo que observamos; incluso el elemento aparentemente más insignificante e inconexo, como un correo electrónico, es un experimento sobre cómo se utiliza el espacio.
Democratizando
diseño.
La convicción de que el buen diseño debe ser accesible para todos es fundamental en la historia de Luminaire. Al ser pionera en la práctica de democratizar el diseño, la empresa ha impulsado su misión de interpretar cómo la aplicación cuidadosa de la forma y la función puede influir en la vida de las personas. Desde sus inicios, esta visión unificadora ha sido la base de la exploración continua de lo que puede ser una tienda de diseño.
Más de cuarenta y siete años después de su apertura, Luminaire se mantiene fiel a sus ideales distintivos de presentar al mercado estadounidense el trabajo de diseñadores internacionales innovadores y utilizar el buen diseño para transformar la forma en que las personas conciben e interactúan con su entorno. Lo que comenzó con el humilde deseo de Nasir y Nargis Kassamali de compartir su visión con el público en general se ha convertido en la voz más influyente y perspicaz de la industria del diseño.
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