Porro se fundó en Brianza, cuna tradicional del mueble italiano de calidad. En el corazón de esta zona, en el pequeño pueblo de Montesolaro de Carimate, los hermanos Giulio y Stefano Porro fundaron en 1925 su primer taller dedicado a la producción de muebles de estilo antiguo para la naciente burguesía milanesa.
El paso a la segunda generación de la familia Porro, con los primos Carlo, Arturo y Silvio, marcó el giro hacia el estilo moderno en los años 50, también gracias a la larga y fructífera colaboración con el arquitecto Giulio Moscatelli, que en 1955 diseñó el nuevo taller junto a la casa familiar. En los años 60 la transformación en una verdadera industria necesitaba un nuevo polo productivo, inaugurado en 1968.