Todo comenzó en un pequeño laboratorio en el centro histórico de la ciudad italiana de Piacenza a finales de la década de 1980. Davide Groppi estaba inventando y produciendo sus primeras lámparas y decidió simplemente usar su propio nombre para el nombre de la empresa.
La independencia creativa y una gestión apasionada y poco convencional le han permitido, con el tiempo, desarrollar su propia marca de productos originales y únicos, actualmente distribuidos en todo el mundo.